jueves, 28 de abril de 2016

Churrería El Moro

Por: Luz Eréndira

Este rincón es muy “dulce”, muy visitado y DEEEEEEEEEEEEEEEEELICIOSO, sí, y me atrevería a “aseverar” que no existe persona –al menos en la Ciudad de México- que no haya probado
una vez en su vida estos RICOS y EXQUISITOS churros –así como su chocolate- y/o que por lo menos han pasado una vez afuera del establecimiento, es decir, TODO MUNDO lo conoce, aunque sea de vista; y me atrevo a asegurar ésto, ya que la sucursal original de El Moro se ubica en uno de los ejes viales más transitados de nuestra Tenoch, sí, el Eje Central Lázaro Cárdenas, para ser exactos, en el número 42, a unos pasos de la Torre Latinoamericana.


De acuerdo con la señora Elena Carillo Frías –quien accedió muy amablemente a esta entrevista– El Moro fue fundado por los hermanos Iriarte (eran tres) en 1935, quienes llegaron de España cuando la guerra civil de Franco, y vieron qué negocio poner y se decidieron por una churrería, (ya que) los churros son típicos de aquél país, y le pusieron así porque el que los hacía era un árabe y de apodo le decían “el moro”.







Nos contaba que en la actualidad los que se encargan de administrar al negocio son los nietos –quienes ya son mexicanos- y lo hacen desde hace  unos 8 años, ellos fueron los que se animaron a abrir nuevas sucursales, que son 3: Roma, Cuauhtémoc y Polanco, y es que los nietos Iriarte se han especializado mucho en lo relacionado con el mismo. La particularidad de la sucursal original (la del Centro) es que abre las 24 hrs, todos días del año, sin embargo, las nuevas filiales sólo abren durante el día, siendo sábados y domingos los días de mayor clientela.

Asimismo, doña Elena –quien ha laborado desde hace 41 años en El Moro- nos compartía que los propietarios de El Moro están muy al pendiente de la calidad de su materia prima: de los churros, del chocolate y del helado artesanal, tan es así que ello se refleja en el sabor TAN EXQUISITO, ¿no les parece? De igual forma, puntualizó que para la preparación de sus productos tienen receta secreta.

También nos contaba que el chocolate de mayor demanda es el francés, aunque desde siempre han vendido los típicos: el español, el mexicano y el especial, últimamente han incluido el cero azúcar o light. Nos explicaba que algunos de los cambios es que al menú agregaron las rosquitas, mejor conocidas como “consuelos”, y son dos rosquitas con una bolita de helado en medio, y los “mini-consuelos” que son 6 rosquitas que hacen 3 sandwichitos de helado; de igual forma, una “novedad” es que venden malteadas de distintos sabores. 

No es de extrañar que este lugar sea un emblema de nuestra Tenoch por la tradición y el ambiente tan familiar que impera, y se debe a la buena calidad de lo que preparan: los churros y el chocolate son hechos con lo mejor, además de que se utiliza todo “derechito”, mientras que en otros lugares al chocolate le ponen agua para que “rinda”, en El Moro eso no ocurre.

Asimismo, otra cosa que hace que tod@s ubiquemos a este establecimiento es su decoración: las fotografías antiguas, las pinturas, los azulejos de talavera traídos de Puebla, la caja de cobro (a la usanza antigua), y aunque han remodelado varias cosas, sigue conservando ese toque de cocina tradicional mexicana, como la de las abuelas o las bisabuelas, ¿no creen?

Otro aspecto por lo que es muy conocida esta churrería es porque desde hace unos 30 años venden tacos y tortas al pastor, y de pavo con mole, las cuales -por cierto- saben EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEXQUISITO, aunque los venden “dentro” del local, es independiente.

Doña Elena nos compartió que el lugar ha sido visitado por figuras públicas de diversos rubros como: el compositor Armando Manzanero, el cantante Emmanuel, la “española más mexicana” Rocío Dúrcal, el cómico Pompín Iglesias (ambos finados :/ ); asimismo, también polític@s como Ma. De los Ángeles Moreno y Manuel Camacho Solís (quien también ya murió); igualmente las periodistas Paty Chapoy y Lolita Ayala han probado los deliciosos churros de El Moro.

Nos comentó que el ambiente laboral es muy agradable y sano, debido a que los patrones son muy accesibles, ya que a la hora de contratar no se fijan en la edad, siempre y cuando tengan todas las ganas de trabajar, y que si alguien con alguna dificultad física va a pedir trabajo, no le cierran la puerta, aunque sería para laborar en la oficina, ya que el hecho de trabajar en la cocina es muy peligroso por el espacio tan reducido.

Agradecemos infinitamente a doña Elena por su atención y amable disposición, quien por cierto nos “confesó” que si volviera a nacer, trabajaría nuevamente dentro de El Moro, debido a que siempre ha trabajado muy a gusto, en un inicio como mesera, hoy como checadora; además, nos decía que se siente muy tomada en cuenta por los dueños del lugar.


Les recomiendo ampliamente visitar este Rincón Tenoch, que se ubica en Eje Central Lázaro Cárdenas No. 42, Col. Centro, si necesitan saber más información de esta o de sus nuevas sucursales, revisen su página web: http://www.elmoro.mx/


Recuerden que sólo es cosa de salir de casa a explorar las calles y recovecos de Tenoch, seguramente encontrarán esas Historias escondidas de la Ciudad de México.

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