Por: Norma Márquez
Nostálgicas
son aquellas memorias en las que encender la radio era motivo de reunión
familiar. Tras oír el famoso eslogan “la voz de la América Latina desde México”
la parentela (en ese entonces, por lo general, numerosa) se congregaba
alrededor del aparato para disfrutar la comedia de Leopoldo Fernández en La
Tremenda Corte. También están esas historias en las que era necesario ajustar
la antena y escala de grises al televisor para seguir la vida del sufrido
Gutierritos, reír con El Club del Hogar o atestiguar talentos en ciernes en
Estrellas Infantiles Toficos, donde los niños cantaban o bailaban por un premio
de 100 pesos y su dotación de chiclosos Toficos.