viernes, 8 de junio de 2018

El rey de los deportes bajo el Parque Delta


Por Norma Márquez

14 de agosto de 1953, Ciudad de México. Los Diablos Rojos padecieron nueve entradas sin anotar hit ni carrera frente a los Tecolotes de Laredo, quienes les propinaron una dura derrota con el primer juego perfecto visto en el Parque Delta...
Desde 1940, entre ecos de euforia y decepción, ese pequeño estadio con gradas de madera fue testigo de innumerables anécdotas beisboleras en la ciudad, tradición que continuó en 1955 al modernizarse y convertirse en Parque del Seguro Social.

Imagen: Twitter
Parecía que las estadísticas del rey de los deportes en Delta, en ese rincón de la colonia Narvarte, continuarían sumándose hacia la posteridad, pues entre aguerridos encuentros entre Diablos y Tigres, la incondicional afición escarlata y felina y los célebres tacos de cochinita entre plateas, el parque conservó el mismo motivo de reunión que lo vio nacer como sede del beisbol de la capital. Pero el año 2000 marcó el fin de la historia pelotera en terreno Delta con el último partido entre ambos equipos, para luego ser vendido a Grupo Gigante.

El resto de la historia es evidente a la vista. Ese emblemático escenario deportivo cambió de concurrencia, girando 360 grados con el moderno centro comercial que hoy conocemos.

Féretros alineados en el centro del diamante.
Imagen: Twitter Rufian
Sin embargo, los cimientos de Parque Delta no sólo reúnen hazañas deportivas. En 1985, la tragedia convirtió al diamante en el anfiteatro más grande de la ciudad tras los terremotos del 19 y 20 de septiembre, alojando a miles de cadáveres.

Y entre otras huellas de los orígenes de Parque Delta, inicialmente los pilares de la zona de comida rápida del centro comercial mostraban imágenes de grandes peloteros mexicanos, en una especie de homenaje al lugar que hoy ocupa y luego fueron sustituidas por las vitrinas de un almacén; mientras que los cajones de estacionamiento antes se reconocían con motivos beisboleros como casco, bat, pelota, y actualmente sólo se registran con números y letras.

Ni hablar. Poco queda del antiguo y emblemático parque de béisbol. Sólo las casacas de algunos jugadores se conservan en los muros del restaurante Toks para sorpresa de las nuevas generaciones, mientras quienes atestiguamos la demolición de ese gran coloso y nos declaramos seguidores del rey de los deportes nos tendremos que conformar con ellas como único recordatorio de lo que el centro comercial guarda entre sus cimientos: la cuna del béisbol de esta gran ciudad.

Fuentes:
Hernández Pérez Norma A., Parque Delta deja atrás al beisbol y se transforma en centro comercial, nota informativa web La Jornada, sección Espectáculos, 3 enero 2004.
Valderrama Gamaliel, Donde hubo 2 mil muertos, ahora hay un centro comercial, colaboracion web El Universal, sección Mochilazo en el tiempo, 18 junio 2016.

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