martes, 12 de junio de 2018

El pulque, más que una tradición


Por Norma Márquez

Con Mayahuel como encarnación prehispánica del agave, cuya muerte bastó para que la intervención divina de Quetzalcóatl hiciera de éste un líquido de connotaciones sagradas, inició la leyenda del pulque, una bebida que a pesar de la modernidad todavía requiere entre siete y 15 años de paciente maduración del agave sólo para extraer la savia. Seis meses después de fluir, el aguamiel es recolectado antes de que seque el agave. Luego, a esperar entre 12 y 48 horas de fermentación.

Se dice fácil, pero su obtención requiere un cuidadoso y extenso ritual. Tal vez por ello el pulque no estaba al alcance de todos, pues en la época prehispánica era exclusivo de los dioses. Luego, sólo podían consumirlo los ancianos, los enfermos, las mujeres recién paridas y los hombres que realizaban el trabajo pesado. Sólo la fiesta del décimo mes dedicada a los muertos daba licencia a los adultos para beberlo.

Pero la popularidad del pulque no se limita a su historia. Entre otras propiedades, contiene proteínas, vitamina C y vitamina B2 que le han dado fama nutricional. Por ello no es de extrañar que incluso los niños todavía lo consuman en poblaciones rurales.

Detrás hay una larga historia. Desde la intervención de Quetzalcóatl, pasando por los códices, crónicas, estudios y la leyenda de su origen, han hecho de ésta una bebida arraigada a nuestra cultura, identidad y a una antigua tradición de cultivo que se ha mantenido intacta durante siglos.

Fuentes:
El pulque, sitio web Arqueología Mexicana, sección México Antiguo.
Nota de la redacción, 10 cosas que debes saber sobre el pulque, sitio web Sin Embargo, sección Magazine SD, 10 de diciembre 2011.


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