jueves, 3 de marzo de 2016

Avenida Ámsterdam: lo que el hipódromo dejó

Por: Norma Márquez
Tal vez por su aire bohemio, por estar rodeada de vistosos comercios o por las calles que la conforman, lo cierto es que en la colonia Condesa destaca el estilo arquitectónico europeo que imperó durante el Porfiriato. 


Aunque tal vez ni la mismísima María Magdalena Dávalos de Bracamonte y Orozco, mejor conocida como la tercera Condesa de Miravalle, imaginó que ella y su propiedad pretextarían más tarde la popularidad de esta zona, que dio origen a la actual avenida Ámsterdam. Pero no sólo una calle plácida, recreativa y por demás arbolada nos llevó hasta ella; también su historia, magia y secretos. Aquí están:

Por Ámsterdam ¿derechito?, ¡imposible!
Rebaños y sembradíos de maíz y maguey, llenaban los terrenos de la condesa en el siglo XVIII. Sin embargo, tras cambiar de propietarios y ser fraccionados, en 1910 Porfirio Díaz mandó construir un hipódromo en los 70 metros de diámetro de la actual avenida Ámsterdam, de ahí que no haya trazo reticular. Uno puede recorrer la calle y terminar donde empezó, dado que mantiene su elipse original.


¿Aristócratas, en Peralvillo? ¡Ni lo mande Dios!
Y no es que a la ciudad le hiciera falta un hipódromo. Pasa que la aristocracia porfiriana acostumbraba llenar sus ratos de esparcimiento acudiendo a corridas de toros o carreras ecuestres, pero Porfirio Díaz consideró que la muy popular pista de Peralvillo no era el sitio ideal para la alta sociedad, así que dispuso esta, mucho más lujosa y confortable, evitando que los acaudalados se trasladaran al empolvado Hipódromo de Peralvillo.

Pero ¿y la condesa?
Los 123 años que duró la prosperidad de los terrenos de la condesa no pasaron desapercibidos. En honor a ella y a su familia se diseñó el Jardín Miravalle en el límite norte de su propiedad: las actuales calles de Durango y Oaxaca, donde hoy encontramos la Plaza de las Cibeles.

Inmueble típico de la zona
Regresemos a Ámsterdam
Además de guardar la forma original del hipódromo, la importancia de Ámsterdam radica en que fue la guía para trazar el resto de la colonia. Por si faltaran elipses, la calle más famosa de la Condesa cuenta con tres pequeñas glorietas que llevan el nombre de renombradas cumbres en nuestro país: Popocatépetl, Iztaccíhuatl y Citlaltépetl, dando aún más peculiaridad a la avenida.

Mezclado con construcciones vanguardistas, buena parte del mobiliario urbano inicial aún se conserva, como las bancas adornadas con azulejos franqueadas con un farol estilo Art Decó, que acompaña el recorrido de los corredores que acostumbran ejercitarse, aprovechando el camellón ovalado de esta calle como pista, cuya extensión de dos kilómetros incluye postes que marcan la distancia recorrida para récord de los corredores.  
Una de tantas bancas originales




Así que, además de buena mesa, café y una engalanada atracción urbana, ya tienes a la mano algo de la historia, magia y secretos de la célebre avenida que cimentó esta famosa colonia en la delegación Cuauhtémoc.

FUENTE: Sitio web Fondo de Cultura Económica, sitio web México Desconocido, Wikipedia Enciclopedia Libre.

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