Por Norma Márquez
A
finales del siglo XIX y mitad del XX, un pequeño expendio en el que
se adquiría todo tipo de mercancía era conocido como estanquillo, que el escritor Carlos Monsiváis adoptó para concentrar sus objetos
predilectos en el edificio La Esmeralda, una exclusiva joyería del
Porfiriato ahora convertida en el Museo del Estanquillo.
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| Carlos Monsiváis |
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| Museo del Estanquillo |
Y sí, como
en la tiendita de la esquina, la diversidad de las más de 20 mil
piezas que conforman su colección dan sentido a su inspiración.
Lejos
de la formalidad y muy cerca del esparcimiento, lo mismo encontrarás
objetos históricos que maquetas con la recreación de ambientes
populares, algo de cine pero también de lucha libre, grabados
antiguos o caricaturas, y finalmente una terraza que entre un
souvenir, una taza de café y una vista panorámica del Centro
Histórico no tiene comparación. ¡Pásele al estanquillo,
marchante!
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