viernes, 30 de enero de 2015

La Fama, resistiéndose al olvido

Por: Norma

Cierto. Si hablamos de las calles de la ciudad, quizá muchas son fáciles de ubicar por su fama. Ahí está el Paseo de la Reforma con sus glorietas y afamados monumentos, el Anillo Periférico que con su segundo piso da algo de agilidad al tránsito de la ciudad, o la Av. Insurgentes, que divide en dos al Distrito Federal.

Sin embargo, otras vialidades no gozan de tanta popularidad y hasta podría resultar irónico que esta pequeña y escondida calle, localizada en la delegación Tlalpan, lleve el nombre de La Fama. Pero en Tenoch sabemos que todo rincón guarda su historia, magia y secretos. He aquí la razón:

La Fama Montañesa 

En el número 1 no podía estar otro inmueble. Además de nombrar al barrio y a la calle, la ex fábrica de hilados y tejidos La Fama Montañesa ocupa ese lugar como la primera industria en su tipo fundada en el Valle de México en 1831.
La Fama, literal, la trajo de España por la manufactura textil y se agregó Montañesa por el lugar donde finalmente se levantó el inmueble, un pequeño cerro al pie de la Av. Insurgentes Sur.
La Fama Montañesa se mantuvo en funcionamiento hasta 1998, pero aún persiste el antiguo molino de agua y los 20 mil metros cuadrados del predio, resguardado por el INAH como patrimonio histórico.

Vestigios del barrio
Pero lo que hoy sólo parece ser el cascarón de la fábrica se extendía a lo que antiguamente era un barrio obrero. Muestra de ello es la esquina con la calle del Trabajo donde se encuentra la parroquia de la Purísima Concepción, frente a la ex fábrica, mientras que a un costado aún se mantiene un kiosco adaptado como módulo de información.

Un manantial entre el asfalto 

Unos metros cuesta abajo se instaló un módulo de juegos infantiles y a un costado aún es posible descender por las viejas escalinatas que llevan a esta maravilla natural: un arroyo en plena ciudad. 
El funcionamiento de las máquinas de La Fama Montañesa debió su suministro de agua a lo que antiguamente sólo era parte del suelo volcánico de la Sierra del Ajusco, y hoy es el Parque Nacional Fuentes Brontantes, cuyas aguas brotan aún como manantial hacia el fondo de la barranca.

Puerta 5 del INNN
Hallazgo gracias al INNN
Y no está de más compartir el motivo que me llevó a descubrir este rincón de nuestra gran Tenoch: el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, un centro dedicado a la investigación, enseñanza y tratamiento de enfermedades cerebrales, cuya puerta 5 se abre a unos metros de dichas escalinatas y casi llegando a Insurgentes se encuentra el área de Urgencias.


Ahora sabes el por qué de la nomenclatura de una calle escondida pero afamada y la has visto aquí, en Tenoch, historias escondidas de la ciudad de México.  


FUENTES.- Portales de: El Universal, Dimensión Antropológica del INAH, Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez. 

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