Por Norma Márquez
La
capital italiana reuniendo ciudades mexicanas en un mismo suelo…
Francamente no parece haber coherencia, pero si se trata de rastrear
historias escondidas habría que averiguarlo. Finalmente,
“preguntando se llega a Roma”, ¿cierto?
Jardines de Tívoli, Roma |
Todo
empezó con un antiguo paseo arbolado que se trazaba desde esa zona
hacia Chapultepec a principios del siglo XVIII, cuando el terreno se
empezó a fraccionar para la nueva y suntuosa colonia. Tal habría
sido la fertilidad del lugar, que los grandes acaudalados lo
compararon con los jardines de Tívoli, una ciudad situada en la
provincia de Roma, Italia. De ahí el apodo de la nueva colonia, y se
quedó para la posteridad. Pero, ¿qué con los nombres de las
calles?
En
1902, el empresario Edward Walter Orrin se asoció con otros
inversionistas y adquirió uno de los terrenos para cimentar la Roma
con el estilo que conserva en buena parte de sus inmuebles.
Pero además, Edward Walter fue fundador del popular Circo Orrin –
establecido en lo que hoy es el Teatro Blanquita, antes ocupada por
la Plaza Villamil –. Con la fama del circo en aumento, ¿por qué
no llevar el espectáculo a otras latitudes? Los nombres de la Roma
aluden a las ciudades y estados visitados por el Circo Orrin en sus
giras.
Por
cierto, aunque la colonia Roma se promovió con bombo y platillo, nació en terrenos del Potrero de la Romita, un antiguo pueblo
prehispánico considerado inseguro y de poca notoriedad para las
altas esferas sociales del siglo XVIII, pero esa es otra historia.
Fuente: Edgar Tavares López,
Colonia Roma, Editorial Clío, Libros y Videos S.A de C.X, México,
1a. Reimpresión, 1996, pág. 30, 32 y 33.
Wow!!!!! Que interesante!!!! Muchas gracias por informar y compartír!!!
ResponderBorrar¡Gracias a ti, por darte una vuelta!
BorrarY los nombres de las calles, por qué? La información anunciada en el título no aparece...
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