Por: Luz Eréndira Torres R.
La calle
Donceles está ávida de historias por contar, ya reseñamos el Teatro de la
Ciudad Esperanza Iris ( https://goo.gl/Vw8uSP ), sin embargo, en esta ocasión
quisiera platicarles del inmueble que está justo enfrente de dicho recinto
cultural, y me refiero al no. 39,
y es que se encuentra un hermoso edificio que
alguna vez resguardó al ”Real hospital
del Divino Salvador para mujeres dementes”, y que en la actualidad aloja las
instalaciones del Archivo Histórico de la Secretaría de Salud.Según un reportaje publicado en la página web del diario El Universal, “los primeros documentos que protegió este archivo fueron los eclesiásticos novohispanos e informes a partir de 1829; aunque el documento más antiguo que se conserva, data de 1561 y pertenece al hospital de San Pedro”.
Este lugar abrió
sus puertas en el año 1700, el matrimonio Sáyago empezó a cuidar a una
pariente, para posteriormente aceptar a más mujeres con la misma condición.
Carpintero de oficio, José Sáyago y su esposa resguardaron poco a poco a damas
que padecían algún tipo de trastorno, y así fue creciendo la demanda del
servicio que la familia Sáyago brindaba, al punto que para 1690 el arzobispo de
México Francisco Aguilar y Seijas les pidió que buscaran un lugar más grande
para cuidar a más enfermas, los gastos correrían a manos del clérigo, fue así
como eligieron una casa que estaba frente al Colegio de San Gregorio de la
Compañía de Jesús, y según registros este albergue llegó a recibir a 76
mujeres.
Sin embargo, luego
de la muerte del sacerdote (ocurrida en 1698), la institución quedó sin amparo
económico, fue así como los jesuitas se interesaron en patrocinar la obra, y en
1699 compraron una finca en la entonces calle Canoa (hoy Donceles, más adelante
les contaremos las historias que guarda esta “rue”), aunque el edificio en el
que se instaló el nosocomio requería de una buena remodelación, eso no fue
impedimento para establecer la nueva sede del Hospital para Mujeres Dementes
(en ese entonces no tenían idea de ser respetuosos con los nombres de los
lugares). Para la remodelación y mejora del lugar se invirtieron 6, 844 pesos,
y en sí, la propiedad fue adquirida por 1, 325 pesos.
Lamentablemente el lugar cerró sus puertas en 1910, debido a que las familias de muchas de las enfermas no estaban al corriente en sus pagos, además de que varias de ellas morían, ya que –en ese entonces- no había una cura para sus enfermedades.
En realidad no
conozco por dentro el lugar, ya que hay que pedir un permiso especial para visitarlo
y tomar fotos, sin embargo, leí que en uno de los patios –en el techo- “hay un
vitral que sirve para detener los rayos solares, el cual fue instalado en el
año 2012, y se colocó con la intención de conservar la estructura de época del
edificio”.
Así que les
recomiendo que visiten este Rincón Tenoch para apreciar la arquitectura
de su fachada, y en una visita guiada recorran los interiores de este bello y
antiguo inmueble.
Recuerden que
sólo es cuestión de salir de casa a explorar las calles y recovecos de Tenoch, seguramente encontrarán esas Historias
escondidas de la Ciudad de México.
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