Por
Norma Márquez Osornio
Eficaz
como él solo, el vapor escapando del tubo galvanizado simulando una
chimenea, se convierte en el característico y casi extinguido silbido
que anuncia la cercanía del carrito que, desde tiempos inmemoriales, ofrece entre las calles tanto camote como plátano macho endulzados.
El camotero y su carrito Imagen: Hectorlymancicero |
Y tan eficaz como el silbido, el camote contiene vitamina A, B6 y C,
mientras que el plátano macho es buena fuente de fibra. Dulces por
naturaleza, pero por si acaso existe el plus de agregar mermelada o leche condensada.
A
pesar de ello, la venta de camote y plátano macho endulzados parece
disminuir al mismo ritmo que la modernidad; así que, por simple
nostalgia, ésta bien puede ser una invitación para consumir los
productos que ofrece el camotero, como única manera de dar
permanencia a este oficio entre el paisaje urbano.
Atentos al
silbido, porque todavía “¡hay camoteees!”
Fuentes:
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