jueves, 30 de agosto de 2018

El Ecoducto Río de la Piedad, transformando la vía


Por Norma Márquez

Ecoducto Río de la Piedad


Conozco a alguien que se quedó con ganas de brincar la barda del Viaducto para una caminata “clandestina” sobre los 2.60 metros de pasto sin borde del oculto Río de la Piedad. Y es que desde que se entubó, hace casi 75 años, había permanecido como simple división de una vía rápida con dirección oriente-occidente. Ahora el camellón se transformó en este andador, versátil, recreativo y totalmente lícito desde la calle Unión hasta avenida Monterrey.


Bancas y conexiones USB


Bordeado por seguridad y con rampas para acceso total, los 1.6 kilómetros del Ecoducto Río de la Piedad cambiaron el pasto por un andador con más de 50 mil especies de plantas repartidas en 4,800m², convirtiéndose en un nuevo pulmón que nunca no sobra en las grandes ciudades.


Placa explicativa

El parque lineal cuenta con cuatro accesos, 110 bancas, 186 luminarias y 48 conexiones USB, además de placas explicativas de lo que ocurre mientras caminas: la depuración de 30 mil litros de agua al día para riego y la reducción de 50 toneladas de dióxido de carbono al año. Todo en medio del transitado Viaducto, cuya división se volvió accesible y ecológica para un paseo lejano a la clandestinidad.

Fuentes: 
Sitio web Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México. Ligas consultadas el 29 de agosto 2018:


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