Mientras que este año el Distrito Federal se convirtió
oficialmente en Ciudad de México, desde la ventana de Tenoch comprendimos la lúgubre razón del nombre de una calle como
Barranca del Muerto, conocimos por qué al Teatro de la Ciudad se le conoce
también como Esperanza Iris, nos sumergimos a las ruinas de Cuicuilco, paseamos
entre los libros de la Biblioteca Vasconcelos y su imponente esqueleto de
ballena gris y sumamos nuestras publicaciones a la página de Fernanda Tapia,
entre muchas otras narraciones.
Además, sazonamos nuestro recuento con la inclusión de
personajes, rincones y paisajes cotidianos con el fin de revalorar su presencia
en la ciudad… un camino por demás satisfactorio para nosotras.
Sin embargo, deseamos mantener su compañía durante otro
año de recorridos por esta gran metrópoli, pues aún nos faltan muchos
kilómetros por recorrer entre la historia, magia y secretos que llenan la
Ciudad de México. ¡Gracias por un año más de su compañía!
Con afecto,
Luz Eréndira y Norma
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