Por: Norma Márquez
No sólo de
pan vive el hombre, también de un buen café con leche, mejor aún si está acompañado
de tradición. Para el comensal, el Café La Blanca ofrece el pan, el café y
sobre todo la tradición, que inició en 1915 con la labor de don Higinio
Gutiérrez distribuyendo leche en la capital, desde el Rancho La Blanca, en Texcoco.
Fachada del Café La Blanca |
Fue tal el
éxito del negocio que más tarde se incluyó un menú completo de comida corrida y
se agregaron de platillos típicos mexicanos y exclusivos del lugar, como los
tamales de nata, convirtiendo a la vaca blanca en el emblema de un local
testigo de innumerables comensales: oficinistas, célebres personalidades del
espectáculo y la literatura y hasta presidentes de la república han degustado
un buen café y una pieza de pan en un lugar donde parecería que el tiempo se
detuvo.
El menú |
La Blanca todavía
conserva su barra semicircular, además de múltiples fotografías de antaño que
atestiguan la existencia de un sitio célebre con más de un siglo de existencia.
¿Quieres visitarlo? Encuéntralo en 5 de Mayo número 40, en el Centro Histórico
de la Ciudad de México.
Algunas de las fotografías del interior |
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