Por: Norma
Márquez
El intenso, desordenado y cautivador trinar de
este pequeño grupo dio sentido a los postes de luz y sus respectivos cables como
parte del paisaje urbano.
Me olvidé del tránsito y de la prisa echando un ojo
hacia arriba, para contemplar su plácido y despreocupado ir y venir armonizando
el ambiente.
Una muestra más de la bendita adaptación de las especies al trajín
de esta metrópoli.
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