Norma Márquez
¿Quién lo
diría? Una técnica culinaria prehispánica combinada con cacao dio vida a una de
las recetas más extraordinarias de la cocina mexicana. El mole es, en
definitiva, uno de los platillos más representativos de la gastronomía mexicana
que nuevamente pone de manteles largos a la delegación Milpa Alta con 23 días
de fiesta para la celebración de la Feria Nacional del Mole 2016.
Algunos de los ingredientes para el mole |
Y es que este
manjar ancestral se ha caracterizado por protagonizar eventos donde resuena el
bombo y el platillo, y juntos armonizan desde reuniones familiares hasta bodas,
bautizos y fiestas patronales. Casi inconcebible su ausencia en fiestas
tradicionales, el mole requiere todo un laborioso y paciente ritual que inicia
días antes de la celebración, entre secar, moler, asar, tostar, triturar,
tatemar, espesar y reposar luego de la recolección de decenas de ingredientes
como chiles secos, especias, frutos secos, frutos frescos, manteca, tortillas,
bolillos, chocolate, azúcar y sal.
Por ello,
bien vale fomentar este evento que finalizará el 23 de octubre y que desde hace
40 años inició en el barrio de San Pedro Atocpan, donde 90% de los habitantes
se dedican a la elaboración de diferentes versiones de mole, entre picante y dulce,
rojo, verde, adobado, manchamanteles, pipián, almendrado o de olla, convirtiéndose
en su principal actividad económica.
Además de 40
restaurantes, 23 expositores y artesanías de la región, encontrarás actividades
artísticas y culturales, como la presentación de los voladores de Papantla y
una muestra de la Guelaguetza, haciendo de la feria una recreativa tradición que
indudablemente está como para chuparse los dedos.
Mapa de
localización:
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