Por: Norma
Primero una inesperada grieta, luego una fosa común y
hoy una transitada y contrastante vialidad. He aquí parte de la historia, magia
y secretos de la avenida Barranca del Muerto, cuyo origen se remonta a tiempos
prehispánicos.
Irónicamente, desde la Calzada de los Leones hasta Río Mixcoac, la avenida Barranca del Muerto parece estar más viva que nunca, desde su accidentada formación más de 1600 años atrás, cuando la erupción del volcán Xitle, ubicado en la Sierra del Ajusco, provocó una fractura que originó una barranca de más de 15 metros de profundidad en parte de lo que hoy es la avenida.
En tiempos revolucionarios, esta zona de Mixcoac era
reñida por los bandos de Venustiano Carranza y Emiliano Zapata, cuyos
enfrentamientos dejaron una oleada de destrucción y muerte. La falta de
provisiones y el riesgo de enfermedades hicieron que la barranca se convirtiera
en la irremediable fosa de decenas de cadáveres.
Hoy, la brecha y los caídos anónimos dan a Tenoch, historias escondidas de la Ciudad de
México un motivo más para rastrear lo que una enorme grieta dejó en el
cruce con Avenida Revolución, o al menos eso dicen las “malas lenguas”. Como
sea, no quise dejar de responder a la nomenclatura de esta calle ubicada al sur
de la ciudad, en el límite entre las delegaciones Benito Juárez y Álvaro
Obregón, y llevarlos conmigo a recorrerla.
Un parque en el camellón
Parque Águilas y Leones |
En el tramo de Calzada de los Leones y hasta Anillo
Periférico, Barranca del Muerto inicia no sólo dividiendo los sentidos oriente-poniente
con un amplio camellón, sino que da espacio al Parque Águilas y Leones que,
entre andadores y bancas, alberga un área de juegos infantiles, una pequeña
cancha de fútbol rápido y una zona de plantas desérticas.
Inmortalizando los tiempos
revolucionarios
El tramo de Periférico a Manuel M Ponce, el camellón
se convierte en sólo una pequeña división para dar espacio a varios carriles, y
al cruce con Av. Revolución se encuentra la estación del Metro Barranca del
Muerto, con un par de aves de rapiña como ícono indiscutible de lo ocurrido en
tiempos revolucionarios. También verás el Hospital Dr. Darío Fernández del
ISSSTE junto con la escultura El Águila Fovissste, que el artista plástico
Sebastián creó en conmemoración por los 40 años de dicha institución.
El Águila Fovissste |
De vuelta al andador
Luego de la oficina de enlace del Infonavit, la
avenida reduce sus carriles regresando al camellón, donde podemos volver a
hacer uso textual del andador, entre las esculturas, bancas y árboles que
alberga hasta finalizar en Río Mixcoac. Pero cabe destacar que una cuadra
después de Insurgentes encontrarás la Unidad Cultural Hermanos Fajer
perteneciente al Centro Libanés, y al cruce con Hermes está el resto del club,
que se inauguró en 1962 como un espacio de acercamiento entre las comunidades libanesa
y mexicana en nuestro país.
Como pueden ver, aunque el paso del tiempo y la
modernidad del asfalto han borrado la grieta que dejó el Xitle, un tramo de
Barranca del Muerto da agilidad vial a la zona mientras los sitios con jardines
bien podrían asumirse como una lápida para los caídos durante la Revolución.
Tránsito y placidez son los contrastes de una avenida con nombre más bien
lúgubre, pero que por fortuna mantiene su propia historia, magia y secretos dentro
de esta inquieta Ciudad de México.
Andador en Barranca del Muerto |
FUENTE: Página web del Centro Libanés y del Sistema de
Transporte Colectivo Metro.
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