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sábado, 22 de septiembre de 2018

“La Gómez Farías", aunque es una calle corta, tiene MUCHA que contar



Por: Luz Eréndira Torres Romero 

El personaje

Valentín Gómez Farías nació en Guadalajara un 14 de febrero de 1781. Hijo de españoles, desde joven ya se caracterizaba por sus ideales de libertad y de no sometimiento a la corona española,
influenciado por la entonces “reciente” revolución francesa. De acuerdo el libro “Valentín Gómez Farías y su lucha por el federalismo 1822-1858”, editado por el Instituto Mora, de Lilian Briseño, Laura Solares Robles y Laura Suárez de la Torre, Gómez Farías hizo un trabajo en el que definía el concepto de “soberanía”, basado en las tesis de Juan Jacobo Rousseau. 

Más adelante, agrega  que este personaje fue un “prototipo de todas las virtudes cívicas y privadas; celoso hasta el fanatismo por la buena administración de la Hacienda Pública; enemigo jurado del agio, de la corrupción y la desmoralización de los empleados; enérgico, activo en el gobierno, principalmente en los gobiernos de crisis; decidido por afianzar en la nación la paz y la tranquilidad que asegure el goce de las instituciones verdaderamente liberales que garanticen una racional libertad en el interior, y por salvar a toda costa su respetabilidad en el exterior, combatiendo a los enemigos de su independencia y de sus glorias, donde quiera y como quiera que se presente”. 
En el libro “Colección dirigida por José Manuel Villapando”  tomo de Alicia Villaneda González, editorial Planeta D’Agostini se describe a este personaje como “el patriarca del liberalismo porque propuso desde la presidencia de la República, las reformas políticas y económicas que los liberales exigían en contra de la iglesia católica. (También) apodado como Gómez “Furias” por sus enemigos, es uno de los personajes más controvertidos de la historia mexicana. Hasta ahora las biografías que de él se han escrito, han sido  

descaradamente manipuladas para presentarlo como un héroe cívico, ignorándose deliberadamente su conducta dudosa y antipatriótica (…) Don Valentín tiene el mérito de ser el primero de los grandes demagogos que nos han gobernado”. 
Sin duda, cuando algún político se “atreve” a salir del esquema del “político típico”, porque defiende lo que le pertenece a un país, es tachado de “demagogo y populista”, y no sé cuántos sinónimos más en detrimento, sin embargo, son recordados por su nación, por su pueblo como valiente, heroico, fuerte, qué más da si la “historia oficial” se lo reconoce o no, y eso fue lo que ocurrió con Don Valentín Gómez Farías.

La calle 


“La calle Gómez Farías” no es muy larga, ya que abarca desde el monumento a la Revolución, atraviesa Insurgentes Centro, pasa “la Sadi Carnot” y llega hasta Serapio Rendón (su numeración va en ese orden) de la Col. San Rafael.

Esta “rue” tiene mucho por conocer, ya que tiene casonas antiguas, restaurantes, hasta algunos hotelillos (para las “artes amatorias”), y aquí en Tenoch les damos a conocer esa calle.


En su primer tramo (antes de atravesar la Av. Insurgentes Centro), a un lado del monumento a la Revolución, se aprecia un camellón con bancas, palmeras y unos postes –que están en ambos lados del camellón- cada uno tiene el nombre de las 32 capitales de

la República Mexicana, con sus respectivos escudos, es un lugar ideal para sentarse a “tomar el sol”, descansar luego de una exhaustiva caminata, leer un libro, hasta de “echarse” un “lonche”.


Este corredor conecta a la Col. San Rafael con la Col. Tabacalera, y en dicho tramo se ve de fondo el Monumento a la Revolución, y en los negocios que están en ambas aceras hay de todo,
restaurantes, una pizzería, una tienda de conveniencia, unas oficinas de la UVM Sn. Rafael, y otros.


Al cruce de Gómez Farías con Av. Insurgentes Centro ya comienza la Col. San Rafael, ahí se encuentra un restaurante Vips, a un lado está la Plaza Leduc en la que hay un busto de Renato Leduc, quien fue un escritor y poeta mexicano, además de haber sido esposo de la pintora surrealista Leonora Carrington. 
Pasando la plaza Leduc, en el número 50, está un mural llamado ”El Coloso”
(el cual adorna a las oficinas del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones de México), que hace un “homenaje a la historia, la cultura, la mística y el ser del trabajador mexicano y la FSTSE”, pintado por Federico Kampf http://federicokampf.net/index.html , quien destaca elementos emblemáticos
de la cultura mexicana, como son el rostro de Lázaro Cárdenas, el águila del Escudo de la Bandera de México, una joven portando un libro en el cual se lee “Estatuto Jurídico por un Estado al servicio del pueblo”; asimismo, en dicha pintura sobresale una pirámide de Teotihuacán, así como unos trabajadores cargando unas pancartas con los valores de dicho gremio (acuerdo, diálogo, inclusión, tolerancia y respeto), entre otros elementos.




Del lado derecho, es decir, al llegar a la esquina con la calle Sadi Carnot (anteriormente reseñada https://tenoch-historias.blogspot.com/2017/03/la-sadi-carnot-poco-transitada-pero-con.html ), hay un edificio de estilo afrancesado (no. 41en el que se encuentran una cafetería, en la que sirven bebidas como tés, café, cuernitos, chapatas, pan dulce) que bien puedes disfrutar a cualquier hora del día. 
En el número 51 están las oficinas de la sede oficial de Panam Sports”en español es conocida como Organización Deportiva Panamericana (http://www.panamsports.org/es/), y es “una organización creada en 1940 que reúne los Comités Olímpicos Nacionales de América. Sus objetivos son fortalecer los vínculos de unión y amistad de los países americanos por medio del deporte y los principios del movimiento olímpico[1]. Vale comentar que en la entrada al lugar hay una fuente en forma de escultura, y es de bronce, la cual emula a niños y niñas de todas las razas escalando una “acantilado”
para llegar a la cima y alcanzar la antorcha olímpica, sin duda, una bella forma de invitar a la hermandad de unos juegos internacionales. Cabe destacar que anteriormente, aquí (en el 51) se encontraban las cabinas de la radiodifusora ABC Radio.

Pasando la calle Sadi Carnot, del lado izquierdo está un acceso al estacionamiento de la UVM, sobre esta misma acera en los números del 58 al 64-A hay una serie de casas con fachadas muy similares, de acuerdo con el Arq. Mario Lara destaca que todas (de la 58, 58-A, 60, 60-A, y así sucesivamente hasta la 64-A) tienen elementos muy característicos de las casonas de la época porfiriana: predominan los arcos en puertas y ventanas, las puertas son de madera, algunas de ellas tienen protecciones, balcones con molduras de pecho de paloma, rodapié (en donde ubicaban las ventanas para ventilar e iluminar los sótanos).







En el número 61 hay una entrada a un conjunto de viviendas, aunque podría pasar como una vecindad.


En el número 63 se encuentra una casona de estilo porfiriano de techos altos y mide 140 mts. cuadrados; no obstante, bien podría confundirse con la sede de una embajada o una representación diplomática, ya que tiene una bandera de México, sin embargo, dicho predio
aunque tiene un uso comercial y/o habitacional, actualmente está a la venta, es decir, no está ocupada.
Pasando las casas “muy parecidas”, está un edificio pequeño de 4 niveles, en la PB hay comercios (pizzería, oficina de una compañía de bienes raíces, estética); la entrada principal a este conjunto de viviendas está justo al final de la calle (en el no. 66) en donde entronca con Serapio Rendón, lo particular de este inmueble es el portón metálico negro “decorado” por un marco de piedra, sostenido por unos pilares amarillos, y sobre de éstos hay unos faroles (ya vacíos) en los que seguramente colocaban quinques para iluminar la calle a principios del siglo XX.



  No hay duda, la CD-MX tiene muchas calles dignas de ser recorridas y conocidas, y pese a que “la Gómez Farías” es pequeña, tiene mucha historia, y aquí en Tenoch la damos a conocer, ya sea que pasees de día o de noche, de igual forma se aprecia en demasía. 





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