Por Norma Márquez
14 de agosto de
1953, Ciudad de México. Los Diablos Rojos padecieron nueve entradas
sin anotar hit ni carrera frente a los Tecolotes de Laredo, quienes
les propinaron una dura derrota con el primer juego perfecto visto en
el Parque Delta...
Desde 1940, entre
ecos de euforia y decepción, ese pequeño estadio con gradas de
madera fue testigo de innumerables anécdotas beisboleras en la
ciudad, tradición que continuó en 1955 al modernizarse y
convertirse en Parque del Seguro Social.
Imagen: Twitter |
Parecía que las
estadísticas del rey de los deportes en Delta, en ese rincón de la
colonia Narvarte, continuarían sumándose hacia la posteridad, pues
entre aguerridos encuentros entre Diablos y Tigres, la incondicional
afición escarlata y felina y los célebres tacos de cochinita entre
plateas, el parque conservó el mismo motivo de reunión que lo vio
nacer como sede del beisbol de la capital. Pero el año 2000 marcó
el fin de la historia pelotera en terreno Delta con el último
partido entre ambos equipos, para luego ser vendido a Grupo Gigante.
El resto de la
historia es evidente a la vista. Ese emblemático escenario deportivo
cambió de concurrencia, girando 360 grados con el moderno centro
comercial que hoy conocemos.
Féretros alineados en el centro del diamante. Imagen: Twitter Rufian |
Sin embargo, los
cimientos de Parque Delta no sólo reúnen hazañas deportivas. En
1985, la tragedia convirtió al diamante en el anfiteatro más grande
de la ciudad tras los terremotos del 19 y 20 de septiembre, alojando
a miles de cadáveres.
Y entre otras
huellas de los orígenes de Parque Delta, inicialmente los pilares de
la zona de comida rápida del centro comercial mostraban imágenes de
grandes peloteros mexicanos, en una especie de homenaje al lugar que
hoy ocupa y luego fueron sustituidas por las vitrinas de un almacén;
mientras que los cajones de estacionamiento antes se reconocían con
motivos beisboleros como casco, bat, pelota, y actualmente sólo se
registran con números y letras.
Ni hablar. Poco
queda del antiguo y emblemático parque de béisbol. Sólo las
casacas de algunos jugadores se conservan en los muros del
restaurante Toks para sorpresa de las nuevas generaciones, mientras
quienes atestiguamos la demolición de ese gran coloso y nos
declaramos seguidores del rey de los deportes nos tendremos que
conformar con ellas como único recordatorio de lo que el centro
comercial guarda entre sus cimientos: la cuna del béisbol de esta
gran ciudad.
Fuentes:
Hernández Pérez
Norma A., Parque Delta deja atrás al beisbol y se transforma en
centro comercial, nota informativa web La Jornada, sección
Espectáculos, 3 enero 2004.
Valderrama Gamaliel,
Donde hubo 2 mil muertos, ahora hay un centro comercial,
colaboracion web El Universal, sección Mochilazo en el tiempo, 18
junio 2016.
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