El Elotero

Por: Luz Eréndira.

Al momento de escribir este “pequeño homenaje” a tan característico personaje, se me hizo agua la boca sólo de imaginarme cuán deliciosos son los esquites
hechos con granos “tiernitos” de elote, y de varias capas: primero los granos en “su jugo”, después mayonesa, queso rallado, más granitos, mayonesa, queso rallado, chile piquín y limón; o el típico elote entero, bañado con mayonesa, queso rallado y chile piquín, seguro se les antojo sólo de leerlo.

Resulta interesante ver el proceso de preparación, pero lo es aún más si notas cómo el Elotero disfruta cada paso, desde servir, cortar, exprimir, tan es así, que –para la realización de esta “reseña- caché varias veces a don Polo, sacar la lengua y salivar, y sin temor a una respuesta negativa le pregunté porqué lo hacía –pese a que lleva más de 30 años dedicándose a ello- y con una expresión “pícara” y –al mismo tiempo- de cómplice, me contestó “ayyyyy señorita, a poco cree que no se me antoja cada vez que lo preparo (…) y aunque suene extraño, no soy de los que está pique y pique el producto, porque sería una falta de respeto para mis clientes, si al final de la vendimia me queda algo, no lo pienso y sí me lo ando refinando”, respuesta que –sin lugar a duda- me causó mucha gracia.

Y si de saciar su antojo (o su hambre) se trata, no se preocupen, porque “afortunadamente” encontrarlo en las calles de la CD MX es muy sencillo, ya que en donde seguro sí podrán hallarlo es en la feria de algún pueblito, afuera de una iglesia de mucho arraigo, saliendo de alguna estación del Metro, en fin, sólo es cosa de buscar a través de los diferentes generadores de ubicaciones física (Foursquare y/o Yelp) o –de plano- preguntarle a quienes sí conocen y DISFRUTAN de ¡BUENA COMIDA!

Salvo los lunes, pueden encontrar al “Don” (quien me comentó que así lo llaman sus clientes) de martes a domingo a partir de las 5 pm hasta las 9 de la noche, y se coloca en Av. Insurgentes, justo afuera del templo del Señor de la Misericordia (a unos pasos de Av. Montevideo), en la Col. Lindavista, cerca de la estación Deportivo 18 de marzo.

Ya sea de día, de noche, lloviendo, con mucho calor, después de un día agotador, después de correr o al salir de un concierto, lo que es un hecho es que comer un rico elote, o unos deliciosos esquites, son garantía de saborear con alegría un típico alimento mexicano, además de ser originario de éste ¡¡¡NUESTRO MÉXICO!!!