Por: Norma Márquez
Originalmente
esculpidos para enmarcar la escalinata del Palacio Legislativo del porfiriato, en
lo que hoy es el Monumento a la Revolución, los flamantes leones que franquean el
acceso a Chapultepec desde el Paseo de la Reforma, dan algo más que sólo una
bienvenida al bosque.
Uno de los leones custodios |
Vista hacia el bosque |
Esculpidos por
el francés Gardet, el par de esculturas forman parte de la llamada Puerta de los
Leones inaugurada en 1921 dando acceso a la Calzada Juventud Heroica que, en un
amplio andador, nos lleva directo al Altar a la Patria o Monumento a los Niños
Héroes.
Vista hacia Paseo de la Reforma |
Es decir, los
leones son sólo el principio de un cúmulo de historia guardada en aproximadamente
680 hectáreas de superficie de este notable pulmón de la Ciudad de México.
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