Por: Norma
Cierto.
Si hablamos de las calles de la ciudad, quizá muchas son fáciles de ubicar por su
fama. Ahí está el Paseo de la Reforma con sus glorietas y afamados monumentos,
el Anillo Periférico que con su segundo piso da algo de agilidad al tránsito de
la ciudad, o la Av. Insurgentes, que divide en dos al Distrito Federal.
Sin
embargo, otras vialidades no gozan de tanta popularidad y hasta podría resultar
irónico que esta pequeña y escondida calle, localizada en la delegación
Tlalpan, lleve el nombre de La Fama. Pero en Tenoch sabemos que todo rincón
guarda su historia, magia y secretos. He aquí la razón:
La Fama Montañesa
En el
número 1 no podía estar otro inmueble. Además de nombrar al barrio y a la
calle, la ex fábrica de hilados y tejidos La Fama Montañesa ocupa ese lugar
como la primera industria en su tipo fundada en el Valle de México en 1831.
La
Fama, literal, la trajo de España por la manufactura textil y se agregó
Montañesa por el lugar donde finalmente se levantó el inmueble, un pequeño
cerro al pie de la Av. Insurgentes Sur.
La Fama
Montañesa se mantuvo en funcionamiento hasta 1998, pero aún persiste el antiguo
molino de agua y los 20 mil metros cuadrados del predio, resguardado por el
INAH como patrimonio histórico.
Vestigios del barrio
Pero lo
que hoy sólo parece ser el cascarón de la fábrica se extendía a lo que
antiguamente era un barrio obrero. Muestra de ello es la esquina con la calle
del Trabajo donde se encuentra la parroquia de la Purísima Concepción, frente a
la ex fábrica, mientras que a un costado aún se mantiene un kiosco adaptado
como módulo de información.
Un manantial entre el asfalto
Unos
metros cuesta abajo se instaló un módulo de juegos infantiles y a un costado
aún es posible descender por las viejas escalinatas que llevan a esta maravilla
natural: un arroyo en plena ciudad.
El funcionamiento de las máquinas de La
Fama Montañesa debió su suministro de agua a lo que antiguamente sólo era parte
del suelo volcánico de la Sierra del Ajusco, y hoy es el Parque Nacional
Fuentes Brontantes, cuyas aguas brotan aún como manantial hacia el fondo de la
barranca.
Puerta 5 del INNN |
Hallazgo
gracias al INNN
Y no está de más compartir el motivo
que me llevó a descubrir este rincón de nuestra gran Tenoch: el Instituto
Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, un centro dedicado
a la investigación, enseñanza y tratamiento de enfermedades cerebrales, cuya
puerta 5 se abre a unos metros de dichas escalinatas y casi llegando a
Insurgentes se encuentra el área de Urgencias.
Ahora sabes el por qué de la
nomenclatura de una calle escondida pero afamada y la has visto aquí, en
Tenoch, historias escondidas de la ciudad de México.
FUENTES.- Portales
de: El Universal, Dimensión Antropológica del INAH, Instituto Nacional de
Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez.
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