Por Norma Márquez O
Si
beber es un gran placer, el inoportuno calvario por ponerse
“hasta las manitas” no lo es tanto. Una práctica proveniente de
los romanos originó la expresión popular que resume una juerga
memorable y su correspondiente resaca. Pero, ¿por qué “hasta las
manitas”?
Odres de cerdo |
En
la Nueva España de 1780 el diccionario de la Lengua Española ya
contemplaba la definición del odre en como el cuero cosido de un
animal para almacenar vino u otras bebidas en el interior, de tal
manera que beber en exceso se convirtió en sinónimo de un odre
hinchado, repleto de vino “hasta las manitas”. ¿Te suena familiar?
Fuente:
Marco A. Villa, De
“valedores” y “tiros” en las fiestas mexicanas, artículo,
sitio web Relatos e Historias en México, Editorial Raíces, número
121, 2016, consultado el 17 de junio de 2019.
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