Por: Luz Eréndira Torres R.

el hecho es que comer churros es garantía de regalarte un momento dulce, acompañados ya sea con un café, chocolate frío o caliente, té o capuccino, como sea, lo cierto es que comerlos es una DELICIA.
Su preparación
requiere de mucho cuidado, ya que el aceite en el que los echan para que se
hagan crujientes, debe estar a más de 200 grados, es por ello que hay una
persona dedicada especial y exclusivamente a ésta labor.

Asimismo,
platicó que cada uno tiene una labor específica, es decir, uno prepara la masa,
otro le da forma a los churros, otro los echa al aceite y los mueve
constantemente para que no se pasen (literal) de tueste, uno más los endulza (con
azúcar y canela), y por último está quien prepara los que van rellenos.

Así que si
pasan por una “tristeza” o alguna dificultad, endúlcense la vida comiendo unos
deliciosos churros, que, dicho sea de paso, por alternativas –en nuestra
Tenoch- de “churrerías” ¡NO PARAMOS!, y el lugar más emblemático que gozamos
aquí en la CDMX es El Moro, y si desean, pueden leer la reseña que escribimos
hace unos meses (https://tenoch-historias.blogspot.com/search?q=el+Moro)
.
Recuerden que
sólo es cosa de salir de casa a explorar las calles y recovecos de Tenoch, seguramente en ellas encontrarán,
esas Historias
escondidas de la Ciudad de México.
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