Por Norma Márquez
Irónicamente, la
sensación de que todo tiempo pasado fue mejor no es exclusiva de los
ancianos ni de nuestra era. En 1894, en la introducción de una
de sus narraciones, Ángel R. de Arellano comparó aquella época con
la nostalgia del “feliz año del Señor de 1625”:
“Los habitantes de
la noble ciudad gozaban de esa vida pacífica de que no tenemos idea
en estos tiempos de tramvías (sic), de tumulto, de voceadores de
papeles… No había cien papeleros en cada calle, ni cien noticias
horripilantes en cada periódico...”
Quién diría que
124 años después muchos añorarían revivir esos
tiempos de tramvías que
tanto irritaban a este escritor.
Fuente:
De
Arellano Ángel R., Leyendas y Tradiciones relativas a las
calles de México, Casa Editorial J.J Terrazas e Hijo, México,
1894, pág. 5 y 6.
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