Por Norma Márquez
@normarquezo
En
el siglo XIX, hacerse de una hogaza de pan o un cuarto de leche era
posible pagando un realillo, moneda de uso corriente que equivalía a
ocho cuartos y medio de vellón*. Pero la crisis en España y el
consecuente aumento en los precios hizo de lo básico un lujo,
obligando a la población a pagar entre nueve y diez cuartos para los
mismos artículos. El reclamo popular no se hizo esperar.
"¡Pan
a ocho!” era la exigencia, que se extendió a las colonias
españolas junto con la expresión “¡ni qué ocho cuartos!” a
riesgo de desembolsar lo equivalente a once y doce cuartos. De ahí
nació la costumbre de manifestar desacuerdo y engaño con una frase
que luego se modernizó en Chuchita, a la que bolsearon. Pero esa es oootra historia.(http://tenoch-historias.blogspot.mx/2018/02/sabias-que-historia-de-la-frase.html)
*Moneda
de vellón.- Antigua aleación de plata y cobre.
Fuentes:
Sitio
web DLE, Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española.
Diccionario
de la Lengua Castellana, Imprenda Nacional, Lyon Public Library,
1823, pág. 316
Ganivet
Ángel, Granada la Bella, Círculo de Bellas Artes, 2011,
Madrid, España, pág. 83
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