Por Norma Márquez
Dos
mil 429 hectáreas de bosque forman este paraíso terrenal en la
delegación Magdalena Contreras, protegido actualmente por el Parque
Nacional de los Dinamos. Su nombre proviene de las plantas de
energía construidas durante el porfiriato para abastecer las
antiguas fábricas textiles del entorno, que recibían electricidad a
partir de la fuerza del Río Magdalena, único en la ciudad que
sobrevive al entubado descendiendo desde una altura de 3,300 metros.
La
superficie da para una buena excursión, facilita actividades como
tirolesa, escalada o campismo y por si acaso también cuenta con
algunos puestos de antojitos mexicanos. Pero entre el bosque, la
barranca, el río, las cañadas, senderos y cascadas, éste se
convierte en un significativo pulmón de la ciudad, en uno de los
mejores sitios recreativos al sur de la urbe y en un extraordinario
rincón natural que en definitiva conviene resguardar.
Fuentes:
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